Mi nombre es Mónica Giraldo Paérez, soy Colombiana, tengo 51 años, 2 hijos de mi primer matrimonio, estoy casada por segunda vez y vivo con mi esposo en Los Estados Unidos. Después de superar grandes desafíos y aprendizajes en diferentes áreas de mi vida, mi salud, mi relación de pareja, mi trabajo, y apasionada por la idea de que podemos ser felices, tenerlo todo y que no tiene por que ser difícil, me embarqué en múltiples aventuras de transformación.

Ya desde niña y con la influencia de mi abuela paterna tenía esta idea de que hay algo más, que no podemos ver, que es inteligente y que podemos recibir su guía. Ella conectaba con esa guía desde su catolicismo pero también desde su amor por lo esotérico y los oráculos. Así que con esta convicción, comencé el recorrido de esto que ahora llamo El Despertar de la Conciencia. Más abajo donde dice: “Mis Credenciales” puedes ver gran parte de ese recorrido de entrenamiento y aprendizaje. Adicional a estos estudios formales, he leído a múltiples autores estudiando en detalle su obra y aplicando sus ideas en mi vida primero y más tarde en mis consulta y mis talleres o entrenamientos.

Hace unos 20 años era una mujer trabajadora, casada en mi primer matrimonio y con dos hijos pequeños. Un día reconocí que no era feliz, que estaba dedicada a complacer a todos y a cumplir con una serie de metas y requisitos que me había impuesto y que de alguna manera eran heredados de mi historia familiar. Estaba agotada, apenas sobreviviendo económicamente y sin un gramo de energía vital para gozar o disfrutar de la vida y de mi misma. Por supuesto que en estas condiciones no era la mejor esposa o madre.

Y entonces toqué fondo, me separé y un tiempo después renuncié a mi trabajo y me regresé a vivir con mi mamá. Estaba bien, no me faltaba nada esencial, tenía salud y, aunque me sentía débil, su apoyo incondicional fue determinante pero no veía la hora de irme y ser independiente y autosuficiente. Ya sabía que NO quería pero no tenía ni idea de para dónde iba, seguía en conflicto con el padre de mis hijos y todavía no podía darme cuenta de lo que tenía entre manos.

Y estando allí perdida, sin saber qué hacer o para donde coger y aferrada a la información y lo que hasta ese momento había aprendido y aplicado, asistí a mis primeras Constelaciones Familiares y empecé a estudiar los conceptos de Bert Hellinger. Las cosas empezaron a transformarse de forma profunda y vertiginosa, comprendí que todo lo que había aprendido sobre la vida en los últimos años finalmente se reducía al vínculo estrecho que comparto con mis padres y a la forma en que se extiende hacia mis ancestros. Comprendí que aunque tenía grandes procesos y conceptos puestos, la simpleza del reconocimiento a los padres y a la historia como fue, eran suficientes para por fin llevar la plenitud y el bienestar a mi día a día, y también entendí que hay cosas más grandes que yo que vienen del pasado y que si no las miraba y las resolvía nada iba a mejorar.

Y mi vida empezó a convertirse en algo maravilloso, con sentido. De pronto el conflicto con cualquier cosa o persona desapareció. Cada vez hacía menos resistencia, lo verdaderamente importante se volvió la prioridad y todas las cosas que me robaban energía empezaron a desaparecer o yo las fui dejando. Me reconcilié con situaciones y personas en el pasado tanto en mi corazón como en la relación con ellas. Me empoderé en mi trabajo y los recursos comenzaron a fluir. Mi relación con mis padres, mi abuela, mis hijos y su padre cambiaron. Mi relación de pareja dio un giro: hoy en día estoy casada de nuevo, viviendo en otro país y disfrutando día a día la vida en pareja, mi trabajo y mis relaciones, llena de sueños futuros y a la vez viviendo el sueño aquí y ahora.

Toda la demás información que había acumulado y aprendido a través de los años ahora tiene más sentido y ha quedado integrada en mi vida, como amalgamada en mi ser. Esta experiencia de vida y los conocimientos adquiridos y aplicados son los que me dedico a compartir y enseñar en mi consulta y mis programas presenciales y virtuales, gratuitos o pagos.

Yo he podido verificar que los temas de los seres humanos son los mismos para todos. Tu problema particular y específico con todos los aspectos que lo hacen especial y diferente entra en una de tres categorías: tus relaciones, tus recursos, tu salud o bienestar. Y a la final es un problema porque significa que no te deja ser feliz o estar en paz y vivir plenamente. Tal vez hay una o varias relaciones en tu vida que no funcionan o están marcadas por el conflicto, la monotonía o la incomprensión, o el dinero no te alcanza tienes deudas que no logras pagar o simplemente consideras que podrías tener más; o estás enfermo o como me pasaba a mi, sin fuerza o sin la energía suficiente para vivir cada día. O quizá no tienes grandes problemas, solo quieres encontrar formas de explorar tu espiritualidad y hacerte más consciente de lo que eres realmente más allá de este cuerpo y de esta existencia física.

En cualquier caso: ¡Te quiero dar la bienvenida a este espacio de aprendizaje y trabajo personal y a nuestra comunidad de estudiantes, entrenadores y facilitadores!