Por Mónica Giraldo para la revista Ser Espiritual

Como ser humano eres un ser perceptual. Estás diseñado para sentir, no solo con los sentidos sino también los efectos de tus pensamientos mediante tus emociones. A cada momento estas interpretando las situaciones que vives mediante tu sistema de creencias y el resultado de cada uno de estos pensamientos es una emoción. La emoción es un indicador de cómo te estás adaptando a una situación vivida en el presente. Cuando sientes miedo en relación a lo que está frente a ti se trata de una señal que te muestra que necesitas cambiar tu postura o actitud frente a la situación para adaptarte.  Este “miedo” es tu amigo en cuanto que te muestra el camino a seguir y te permite estar alerta de lo que es importante. Este miedo no es más grande que tú, es de tu tamaño y si lo gestionas puedes avanzar con su ayuda. Es probable que sean pocas las veces que lo has sentido porque la mayoría de nosotros no está permanentemente frente a amenazas reales a su integridad física.

Eckhart Tolle nos dice en “El Poder del Ahora” que lo que comúnmente llamamos miedo es realmente una condición psicológica:

La condición psicológica del miedo está divorciada de cualquier peligro inmediato concreto y verdadero. Se presenta de muchas formas: incomodidad, preocupación, ansiedad, nerviosismo, tensión, temor, fobia, etcétera. Este tipo de miedo psicológico se refiere siempre a algo que podría pasar, no a algo que está ocurriendo ahora.”

Tus mayores miedos solo existen en tu mente cuando te anticipas al futuro creando escenarios de pérdida, dolor fracaso, etc. Tolle nos dice que todos estos escenarios se derivan de un único miedo básico a la muerte. Pero lo que somos realmente no muere, nuestra esencia es eterna, lo que puede morir es tu sistema de creencias, tus ideas sobre el la vida y tus juicios sobre lo que debería ser o no. Cuando crees algo con tanto fervor que estás dispuesto a defenderlo a toda costa, esto es una creencia. La suma de todas estas imágenes juicios y creencias es tu imagen del mundo y constituye tu ego o personalidad. Eso que llamas YO. Tú crees que eres esa imagen, que eres lo que piensas y crees y tu miedo más profundo, el único real que origina a todos los demás, es el miedo a que esto que crees desaparezca. 

El mayor proceso de transformación que puedes acometer es poner en duda todas las ideas que tienes sobre ti mismo y la vida. Esto produce mucho miedo psicológico, pero si persistes, si lo haces de todas formas tal vez apoyado por alguien que ya haya recorrido el camino, encontrarás tu esencia, eso que verdaderamente eres y que jamás morirá. Ahora ya no crees, ahora sabes y este saber o comprensión profunda no puede ser amenazado. 

¿Qué puedes perder? Finalmente ya estás lleno de miedo, ya has hecho todo lo posible por suprimirlo, reprimirlo, analizarlo, expresarlo y escapar de él sin éxito. ¿Y si lo enfrentas? No desde la lucha o confrontación, se trata de mirarlo de frente y cuestionar su verdadera esencia. Te lo aseguro: se diluirá ante tus ojos.